Cada hombre tiene un tesoro que lo está esperando
-Paulho Coelho-

jueves, 6 de noviembre de 2014

De Homero a Matt Groening


Mucha gente puede oír el nombre de Matt Groening y saber perfectamente quién es, no obstante si aclaramos la frase diciendo: Matt Groening, creador de los Simpsons, ya no cabe ninguna duda. Y es que todos nos hemos dejado cautivar por esta simpática familia amarilla que cada día reúne a miles de espectadores en las pantallas televisivas. Desde muy pequeña soy fan incondicional de la serie (sí, querid@ lector@, yo soy de esas personas que ven los capítulos repetidos hasta la saciedad y se sigue riendo de los mismos chistes, a pesar de que ya se los sabe casi de memoria) Siempre me ha llamado la atención la figura de Marge, paciente como ninguna otra persona, de Bart, el gran travieso de la televisión, después de Daniel que traía de cabeza al señor Wilson (por cierto, historia parodiada por nuestros personajes en algún capítulo), de Lisa, lista y perspicaz como nadie y de Homer, cuya figura es interesante a la vez que estresante. 
Por esas geniales aventuras, el humor inteligente, y los grandes argumentos que tenían (y tienen) muchos capítulos, siempre he considerado a Groening como un hombre bastante culto, sin embargo, cuando una crece y va adquiriendo algo más de conocimiento, se da cuenta de las grandes reminiscencias y guiños al mundo clásico que hace el dibujante americano, moviéndose entre la parodia y la cultura griega y latina. Sin ir más lejos, el nombre del personaje principal, "Homer" o lo que es lo mismo, Homero. Homero fue el poeta que dio forma a las famosas Ilíada y Odisea. A mi entender, el nombre no está elegido por casualidad, la vida de Homer Simpsons es en sí una auténtica Odisea y su existencia es ficticia (obviamente, la familia amarilla no es real) algo que se postula muchísimas veces sobre el poeta griego. Pero, vamos a mirar de cerca alguno de los capítulos más significativos de esta serie. En la temporada número 7, capítulo Treehouse of horror VI (casa-árbol del terror 7), Willie, el jardinero, muere quemado durante una reunión del colegio y jura vengarse de todos los padres a través de sus hijos mientras duermen, es decir, entrando en sus sueños. Comienza así una parodia al famoso personaje de Freddy Krueger que toma la forma del jardinero escocés. No obstante, lo más significativo (y lo que más gracia me hace) es el sueño que tiene Martin Prince cuando acaba un examen y se pone a dormir. En este sueño aparece ataviado con una capa y un gorro de mago, mientras repite: "Soy el maravilloso mago del latín, el derviche de las declinaciones y de las conjugaciones, poseo un millón de puntos y un máximo carisma, ¡ajá! morire, morir, morit, él, ella o ello muere..." y justo aquí aparece Willie con un rastrillo en mano, respondiéndole: "Moris, tú mueres" Exceptuando esa forma de infinitivo del verbo "morir" latino, que no existe (sería "morior"), la conjugación que ambos ofrecen del verbo (morit, y moris) es correcta. ¿Casualidad? Puede ser, pero les ha salido bien. Yo opto porque no sea una simple casualidad, en el sueño, Martin dice todo esto frente a una pizarra que está llena de formas verbales latinas como "prosum, profui, prodesse" o "amandum, memini, veretur" que corresponden a verbos latinos correctos, la conjugación no es inventada.
En la temporada 20, capítulo Adiós, Maggie, adiós, Homer tiene una disyuntiva, debe cruzar el río en una barca con su bebé, el perro y un tarro de veneno, en dicha embarcación no caben todos, así que decide cruzar primero con Maggie, dejarla en la otra orilla y volver a por el perro y el tarro de veneno. A la pequeña la deja en la puerta de una iglesia católica mientras la observa metido en la barca para recoger al animal, la puerta de la iglesia se abre y una monja que ve a la criatura allí sola, la toma por una niña huérfana. Homer confía en Lisa para salvar a la pequeña y esta se infiltra en el convento para rescatar a su hermana. Allí descubre el misterio de la joya divina, "un símbolo cristiano" que, si no recuerdo mal, atribuyen a Santa Teresa y que traerá la paz al mundo. Lisa llega a él mediante varios enigmas y uno de ellos está en latín: "Quaerite deum in corde et anima" que parece ser una "modificación" del salmo 68: "Quaerite deum et vivet anima vestra" Lisa, en la versión castellana, traduce su frase como: busca a Dios con el corazón y el alma
Y ya que hablamos de temas religiosos, podemos irnos a la temporada 16, capítulo El padre, el hijo y la santa estrella invitada. Aquí, se traslada a Bart, por su mal comportamiento, a un colegio católico. Mientras cenan, el chico bendice la mesa en latín, Homer se extraña y pregunta qué está diciendo, Lisa responde: Es latín, papá, la lengua de Plutarco. A lo que Homer contesta: ¿El perro de Micky Mouse?, y ella replica indignada: ¡No, Plutarco!, relató las vidas de los emperadores romanos. 
A parte del juego fonético que pretenden hacer entre Plutarco y Pluto, la información que da Lisa es correcta, Plutarco escribió Vidas paralelas aunque en ellas también relataba las vidas de algunos griegos ilustres, como Alejando Magno.
Uno de mis episodios favoritos es el de la temporada 16, Gracias a Dios que es el día del juicio final. Aquí Homer ve una película sobre el fin del mundo y se obsesiona con que el rapto (el apocalipsis) llegará en cualquier momento. Después de muchos intentos fallidos, de repetir profecías muy graciosa e interpretar señales desternillantes, por fin llega el famoso rapto. No obstante, como nadie le ha hecho caso, Homer es el único que va al cielo y allí ve como su familia sufre por no haber creído sus palabras. Para intentar remediarlo, va a ver a Dios y le pide que retrase el juicio final, tras hacer alguna que otra trastada, Dios cede. No obstante, lo curioso es que no dice: hágase o así sea u otras fórmulas atribuidas a Dios en la Biblia, por el contrario, con voz solemne, proclama: Deus ex machina. Considero que Groening es lo suficientemente inteligente como para haber acordado, junto a sus guionistas, utilizar esta frase. Este era el procedimiento mediante el cual, en el teatro griego, una deidad entraba en escena y solucionaba un conflicto de terribles consecuencias. Es exactamente el papel de Dios en este episodio, actúa como una divinidad griega y pone fin al conflicto. 
El limonero de Troya. Este episodio (temporada 6) es absolutamente magnífico, lo he podido ver como unas trescientas veces y no me cansaré nunca. En él, llevan a cabo una alusión directa (y magistral) de la Ilíada de Homero: Los habitantes de Sprinfield poseen un preciado limonero que da los mejores limones del lugar. Sus vecinos, los habitantes de Shelbyville roban el árbol y Bart decide recuperarlo con la ayuda de sus amigos. Para empezar el limonero es una clara personificación de Helena de Troya, es hermoso, bello, y los limones brillan atrayendo con su luz a cualquiera que se acerque a ellos. El limonero es escondido en el deposito de la grúa municipal que, curiosamente, está rodeado por murallas (como la ciudad de Troya) y estas son infranqueables. Para entrar allí y recuperar su limonero, los chicos tienen que esconderse dentro de una furgoneta que dejan aparcada durante horas frente a la puerta del hospital. Consiguen entrar y recuperan el árbol. 
Pues, sí, esta escena es la del Caballo de Troya, algo modernizada, porque son los propios habitantes de Shelbyville, los que se llevan la furgoneta "abandonada" y la introducen dentro del depósito de la grúa (tal y como los Aqueos entraron en la ciudad troyana).
Ejemplos como estos abundan en muchos de los capítulos de los Simpsons, se me viene a la cabeza, uno en concreto, titulado Historias de dominio público. Aquí se hace una parodia completa a la Odisea, Homer toma el papel de Odiseo, (Ulises) y Marge el de su fiel Penélope. Lo curioso no es la historia en sí, que es chistosa y muy divertida, sino los personajes que, por ejemplo, imitan a los dioses del Olimpo: Barnie, el borracho del pueblo, es Baco. El alcalde, Joe Quimby, es Zeus (y se podría pensar que le dan ese papel por ser el "mandamás" de Sprinfield, pero creo que hay razones mucho más poderosas para que Joe sea Zeus. No olvidemos sus constantes aventuras extraconyugales con cualquier ser femenino de largas piernas y pecho exuberante, y la malísima relación que guarda con su esposa. Zeus era el Juan Tenorio griego (como Quimby) y la relación que guardaba con su esposa queda muy lejos de la preciosa estampa familiar que nos mostraba Disney en la película animada Hércules). Y el capitán Horatio MacCallister es, como no, Posidón. 
El Dios del mar ha salido más de una vez en los Simpsons, en aquel capítulo que parodiaba la película de La tormenta perfecta, Homer hace una especie de ruego al dios para que cese la lluvia diciendo: Los antiguos griegos te llamaron Posidón y los romanos... Aquaman.
Los guionistas que dan vida a las peripecias de la familia amarilla hacen continuas alusiones al mundo clásico y dejan al espectador que capte los chistes e interprete las situaciones que viven cada uno de los personajes. 
Sin ni siquiera ser del todo conscientes, estamos rodeados de símbolos que nos han llegado desde Grecia y Roma, vivimos siguiendo tópicos y sentencias que nos han transmitido nuestros antepasados clásicos y todas nuestras manifestaciones culturales (cine, teatro, literatura...) son el resultado de un continuo replanteamiento de lo que ya hacían Griegos y Romanos. 
Como "proyecto de filóloga clásica" que aún sigo siendo, os remito a un precioso artículo escrito por el profesor Cristóbal Barea Torres, en el que me he basado para esta entrada, que ha estudiado con todo detalle todas las manifestaciones clásicas que podemos encontrar en los Simpsons. Con esto, quizás podamos valorar un poquito más todo el saber de nuestros antepasados que hemos conservado y que aún seguimos usando, y quizás podamos entender mejor el mundo que nos rodea, pues sea en una serie animada o sea en un libro, la cultura clásica es maravillosa, sigue viva y nos ayuda a comprendernos un poco mejor.

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